La causa del desastre de 2.020, “es clara. Cambio climático antropogénico: alteración del clima causado por actividades humanas, por decisiones y locura humana. Los efectos son desastrosos… no tenemos tiempo que perder”, Peter Talas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.

 “Estamos creando las condiciones perfectas para que las enfermedades salten de un animal a otro, y luego a nosotros. No podemos separar la crisis de salud de la crisis ecológica y del cambio climático. Todo está interconectado de muchas maneras”. La pandemia y la crisis climática están estrechamente relacionadas”, dijo Greta Thunberg, representante de un movimiento juvenil que reclama soluciones al cambio climático.

Creo que no es un día para celebrar. Es todo un desastre para lamentarEl 2.020 fue un año nefasto para este “hogar”. Todo sucedió en extremo: lluvias con ríos desbordados e inundaciones; aumento del nivel del mar y huracanes. Pero también, sequias e incendios. Y para rematar, la Covid-19, pandemia o indomia, igualmente pronostica un desastre humano: millones de muertos, incremento de pobreza, miseria y hambre, así como migración de poblaciones. Un balance deprimente, y más aún, cuando los responsables somos sus mismos habitantes.

Hace 51 años, la ONU proclamó el 22 de abril como el día mundial de la tierra, para honrar ese “día”, del año 1970, cuando 20 millones de personas protestaron en las calles de las principales ciudades de Estados Unidos, para denunciar y despertar conciencia por el daño que la actividad humana estaba causando al medio ambiente.

Hoy, 51 años después, el resultado es desastroso. Hay que esperar el grado de compromiso que logre Joe Biden, presidente de EE. UU, con los 40 líderes mundiales que ha invitado a la cumbre virtual sobre el medio ambiente, para celebrar el día mundial de la tierra, que inicia hoy 22 y termina mañana 23 de abril. Es un momento coyuntural, que busca un liderazgo en una campaña para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero los próximos diez años. Para tal fin, ¿Qué le pedirá a las principales economías del mundo? ¿logrará despertar conciencia e inversión?

“El clima extremo combinado con la COVID-19 fue un doble golpe para millones de personas en 2020, pero ni la desaceleración económica relacionada con la pandemia logró frenar los impulsores del calentamiento global y sus impactos, que cada vez se aceleran más, se lee en un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial, El Estado del Clima Global.

El análisis “Confirma cómo el 2020 fue uno de los tres años más calientes registrados, a pesar del enfriamiento que causa naturalmente el fenómeno de La Niña, que estuvo presente. La temperatura media global fue de aproximadamente 1,2 ° Celsius por encima del nivel preindustrial (1850-1900).

Igual sucede en años transcurridos desde 2015, y del 2011 al 2020, década calificada como la más caliente en la historia de la tierra

Por su parte, el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial , Peter Talas, recalcó que todos los indicadores climáticos clave y la información, destacan el incesante y continuo cambio climático, una creciente ocurrencia e intensificación de eventos extremos y graves pérdidas y daños que afectan a las personas, las sociedades y las economías.

Dijo que las causa del desastre de 2.020 “es clara. Cambio climático antropogénico: alteración del clima causada por actividades humanas, por decisiones y locura humana. Los efectos son desastrosos. Los datos de este informe deberían alarmarnos a todos”.

“Este informe muestra que no tenemos tiempo que perder. El clima está cambiando y los impactos ya son demasiado costosos para las personas y el planeta. Este es el año de la acción. Los países deben comprometerse con emisiones netas cero para 2050. Deben presentar, mucho antes de la COP26 en Glasgow, (Conferencia 26 de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 1 al 12 de noviembre de 2021 en Glasgow Escocia) planes climáticos nacionales ambiciosos que recorten colectivamente las emisiones globales en un 45% en comparación con los niveles de 2010 para 2030. Y deben actuar ahora para proteger a las personas contra los efectos desastrosos del cambio climático”, alertó el Secretario General. Luis Sánchez Fernández, jefe de prensa Fecolfín.

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