La meta es hacer del Confiar sujeto, un confiar verbo: Yo confió, tu confías, el confía, nosotros confiamos; rompiendo la territorialidad del slogan para convertirla en una filosofía, una manera de ser y de actuar con otros. Cooperativizar para el Bienvivir

Señor, por favor, le puedo recomendar el maletín que dejo en mi silla, voy a tomar unas fotos, es un momentico….

  • No se preocupe, aquí solo hay gente de confiar.

Quedé anonadado con la respuesta de quien estaba sentado a mi lado y no conocía; nos unía la misma reunión que compartíamos. Igual, con cierta aprensión, dejé mi maletín bajo su custodia.

Sucedió en el Jardín Botánico “Joaquín Antonio Uribe” de la Ciudad de Medellín, el pasado sábado 16 de julio en la celebración de los 50 años de vida jurídica de Confiar, entidad cooperativa, y en el umbral del Bazar de la Confianza, que se realizaría al día siguiente, domingo 17 de julio, dentro del marco de conmemoración de este aniversario.

Y claro, segundos después, mientras tomaba algunas fotos, relacioné la doble connotación de su respuesta. Me hizo percibir su arraigo a la cooperativa, su profundo sentido de identidad y de pertenencia con la comunidad que nos acompañaba.

Era el sello de la confianza que caracteriza a Confiar, entidad cooperativa. Como bien lo dice Oswaldo León Gómez, líder de la Plataforma Solidaria Confiar, “durante mucho tiempo hemos venido diciendo que la diferencia está en Confiar. Y sí, así es. Porque confiar es creer en uno mismo y en los demás, confiar es ese hilo invisible que se construye a partir del respeto y la transparencia, confiar permite construir relaciones de cooperación, relaciones profundas, solidarias, repletas de esperanza. Porque confiar es un vínculo. En Confiar nos vinculamos a una manera de ver la vida, a un propósito común, ocupamos un lugar transformador.” Y ese pensamiento corporativo se vio reflejado en aquél asociado.

El lenguaje de la confianza
La noche de celebración de los 50 años de historia de Confiar, transcurrió en un ambiente fresco, fraternal, donde las sonrisas , las palabras y los abrazos unieron los corazones de los invitados, dando sentido a la vida, expresando amor y confianza con la convicción de que otro mundo si es posible desde la cooperación.

Fue una fiesta multicolor, multicultural, donde el arte, la danza, la poesía, la música, el respeto, la solidaridad, la diversidad, y en especial los asociados, fueron los  actores principales.

No hubo la rigidez de los discursos ni los excesivos actos protocolarios. Fue la noche de la remembranza, con intervenciones para la interacción, la reflexión, y el aprendizaje.

Oswaldo León Gómez, en el relato de su crónica, agradeció a los fundadores, a los asociados, a los consejeros y a todas las personas que han hecho posible la historia de Confiar, y recordó que “la crítica a una sociedad injusta, basada en la explotación y dominación excluyente, era y sigue siendo correcta”.

Bajo la luz de la luna y de los reflectores, en un ambiente musical y de confianza, continúo la festiva celebración. Confiar hizo un reconocimiento especial a los únicos fundadores vivos, Rosendo Arturo Saavedra y Carlos Toro, así como a 20 personas entre asociados, funcionarios directivos y administrativos, con la entrega de una hermosa escultura, que representa los valores de Confiar: solidaridad, unión, respaldo y solidez.

Por otra parte, y como símbolo de gratitud e integración, Fecolfín acompañó a su afiliada. Estuvo presente en la celebración y rindió un homenaje entregando el óleo con la figura del fundador del cooperativismo de ahorro y crédito en el mundo, Federico Guillermo Raiffeisen.
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